El yin yoga es una práctica maravillosamente deliciosa que nos ayuda a sanar tanto nuestro corazón como nuestra mente. Nos da tiempo para sentarnos dentro de nosotros mismos, para estar quietos, y para notar lo que el cuerpo y la mente nos dicen.

Difiere enormemente de Vinyasa, pero es el complemento perfecto. Al tener una práctica de Yin y Yang yoga, estás creando un hermoso equilibrio dentro de tus sistemas de energía y una sensación única de calma que sentirás tanto física como mentalmente.

El Yin yoga es una práctica lenta y constante, que se combina con la meditación para devolverte una sensación de tranquilidad.

Los estilos Yin y Yang hacen que tu cuerpo trabaje de formas diferentes. Los músculos necesitan calor y movimiento para liberarse en una práctica Yang como Vinyasa, mientras que el tejido conectivo responde mejor a las largas y constantes presiones en una práctica Yin. Aquí hay nueve razones para practicar Yin yoga regularmente.

1. El Yin aumenta tu flexibilidad.

El Yin yoga estira y trabaja tanto los tejidos conectivos profundos entre los músculos como la fascia de todo el cuerpo. El objetivo es aumentar la circulación en las articulaciones y mejorar la flexibilidad, ya que las posturas estiran y ejercitan las zonas óseas y articulares. También nos ayuda a regular el flujo de energía del cuerpo.

2. Se puede practicar casi en cualquier lugar.

El yin yoga es muy fácil de practicar en cualquier lugar. No siempre se necesita una esterilla; lo único que se necesita para introducir el Yin en el día a día es un cojín o un almohadón. La mayoría de las posturas de Yin yoga pueden realizarse mientras estás sentado en tu escritorio, viendo la televisión, leyendo o tumbado en la cama.

3. El yin fomenta el amor propio.

El yin yoga es increíble para abrir nuestros corazones, calmar nuestro sistema nervioso y proporcionar un espacio para que el cuerpo se relaje profundamente. También nos permite recuperarnos y nutrirnos, liberarnos de nuestros miedos y cultivar la compasión y el amor por nosotros mismos.

Practicar el Yin es como darse las gracias por ser tan increíble. Nos ayuda a construir una confianza absoluta en nosotros mismos y en lo maravillosos que somos, ¡todos los días! Esta práctica es una hermosa manera de reconectarse de una manera suave y compasiva para aquellos que se han desconectado de sus cuerpos.

yin yoga en Alicante, Playa de San Juan

4. Derrite el estrés.

Pregunta: ¿Cuál es la parte del cuerpo que más utilizamos, pero a la que probablemente dedicamos menos tiempo a cuidar?

La respuesta: La mente.

Vivimos en un mundo de plazos y citas, de locura y redes sociales, de ansiedad y estrés. ¿Qué mejor manera de desconectar que sentarse en posturas de entre tres y diez minutos? Al hacer Yin, te estás dando mucho tiempo para no hacer nada más que “solo respirar”.

Es una forma realmente perfecta de encontrar espacio, de ralentizar tu mente y de ser guiado más profundamente en tu práctica.

5. El yin te permite intimar contigo mismo.

Prepárate para intimar con tus sentimientos, sensaciones y emociones -algo que tal vez pueda ser ignorado durante una clase de ritmo más rápido.

Cuando empezamos a practicar Yin, aprendemos a escuchar a nuestro cuerpo, ralentizando todo. Aprendemos a reconocer nuestros pensamientos, a verlos entrar y salir de nuestra mente, y a experimentarlos y digerirlos, en lugar de tenerlos corriendo por nuestra mente como una montaña rusa en fuga.

Esto, a su vez, aumenta nuestra capacidad de estar en el momento presente y practicar la gratitud, acercándonos poco a poco a nuestro auténtico ser.

6. Desarrolla la fortaleza y la perseverancia.

Cuando la vida se pone difícil, me encontrarás en mi esterilla practicando Yin, ¡y el mundo se convierte rápidamente en un lugar mejor! Cuando estás atascado mentalmente y el poder de alejarte es abrumador, el Yin te enseña que quedarte quieto y lidiar con lo que sea que surja, una respiración a la vez, en realidad te ayudará a crecer.

A medida que mantenemos nuestra postura Yin, el drama alcanza su punto máximo, se hace más difícil ignorar la mente de mono, y empezamos a querer realmente dejar la postura. El Yin nos enseña a encontrar un lugar de confort en un lugar no tan cómodo y a observar nuestros pensamientos y reacciones desde una perspectiva de calma.

Es una práctica que se puede llevar a nuestra vida diaria.

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7. El Yin es como la meditación para principiantes.

Durante la práctica del Yin te encontrarás con mucho tiempo libre. Aquí te encuentras ante la oportunidad de comenzar una práctica de meditación suave, para ralentizar tu respiración y calmar tu mente.

Tu profesor te guiará a través de la práctica, ofreciéndote formas de mantener tu mente centrada y de impedir que tu cuerpo y tus pensamientos quieran escapar.

El yin yoga proporciona un lugar seguro en el que tu mente y tu cuerpo pueden entrar y, en consecuencia, obtener un mayor crecimiento personal a través de una experiencia meditativa y dichosa una vez que te abres a la inmensidad de tu interior.

8. Te permite liberar tus demonios.

Cuando se mantiene durante mucho tiempo, lo que parece una postura fácil e inofensiva puede transformarse en algo súper desafiante. Esto es lo que hace el Yin: las posturas y la forma de mantenerlas pueden liberar sensaciones increíblemente fuertes, tanto física como emocionalmente.

Ten en cuenta que almacenamos nuestras emociones en las distintas partes de nuestro cuerpo. Los recuerdos, las ansiedades y la tensión permanecen en las células almacenadas en lo más profundo de nuestros tejidos. Cuando hacemos una postura de yoga que abre una parte del cuerpo que no se ha tocado durante un tiempo, estos recuerdos y emociones profundamente almacenados resurgen.

Hacerlo puede ser un reto en el momento, y puede conducir a una amplia gama de reacciones como las lágrimas, la ira y la pura frustración, pero después nos lleva a nuestro punto final…

9. El Yin te da un fabuloso resplandor posterior

Practicar Yin te da ese resplandor de ensueño en el que encuentras ese momento de paz absoluta dentro de ti.

Aunque puedes sentir que no has sudado al final de la clase, tu mente, cuerpo y espíritu han estado actuando en un nivel mucho más profundo e intenso, dejándote con una mente más clara, un cuerpo más ligero y un corazón más lleno.

¿Has practicado Yin yoga antes? ¿Qué es lo que más te gusta de esta práctica de yoga en particular? ¡Comparte tus pensamientos conmigo en los comentarios!

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