La meditación puede ser una tradición antigua, pero todavía se practica en culturas de todo el mundo para crear una sensación de calma y armonía interior.

Aunque la práctica está vinculada a muchas enseñanzas religiosas diferentes, la meditación tiene menos que ver con la fe y más con la alteración de la conciencia, la búsqueda de la conciencia y el logro de la paz.

Hoy en día, con la mayor necesidad de reducir el estrés en medio de nuestras apretadas agendas y nuestras exigentes vidas, la meditación es cada vez más popular.

Aunque no hay una forma correcta o incorrecta de meditar, es importante encontrar una práctica que satisfaga tus necesidades y complemente tu personalidad.

Hay nueve tipos populares de práctica de la meditación:

  • meditación de atención plena
  • meditación espiritual
  • meditación enfocada
  • meditación en movimiento
  • meditación con mantras
  • meditación trascendental
  • relajación progresiva
  • meditación de visualización

No todos los estilos de meditación son adecuados para todo el mundo. Estas prácticas requieren diferentes habilidades y mentalidades. ¿Cómo saber qué práctica es la adecuada para ti?

“Se trata de lo que te resulte cómodo y de lo que te anime a practicar”, dice Mira Dessy, autora de meditaciones y nutricionista holística.

Sigue leyendo para saber más sobre los diferentes tipos de meditación y cómo empezar.

1. La meditación de atención plena

La meditación de atención plena tiene su origen en las enseñanzas budistas y es la técnica de meditación más popular en Occidente.

En la meditación de atención plena, prestas atención a tus pensamientos mientras pasan por tu mente. No juzgas los pensamientos ni te involucras con ellos. Simplemente se observa y se toma nota de cualquier patrón.

Esta práctica combina la concentración con la conciencia. Puede resultar útil centrarse en un objeto o en la respiración mientras se observan las sensaciones corporales, los pensamientos o los sentimientos.

Este tipo de meditación es buena para las personas que no tienen un maestro que les guíe, ya que puede practicarse fácilmente en solitario.

2. Meditación espiritual

La meditación espiritual se utiliza en las religiones orientales, como el hinduismo y el daoísmo, y en la fe cristiana.

Es similar a la oración en el sentido de que reflexionas sobre el silencio que te rodea y buscas una conexión más profunda con tu Dios o Universo.

Los aceites esenciales se utilizan habitualmente para intensificar la experiencia espiritual. Las opciones más populares son

  • incienso
  • mirra
  • salvia
  • cedro
  • sándalo
  • palo santo

La meditación espiritual puede practicarse en casa o en un lugar de culto. Esta práctica es beneficiosa para aquellos que prosperan en el silencio y buscan el crecimiento espiritual.

3. Meditación focalizada

La meditación focalizada implica la concentración utilizando cualquiera de los cinco sentidos.

Por ejemplo, puedes concentrarte en algo interno, como la respiración, o puedes traer influencias externas que te ayuden a centrar tu atención.

Prueba a contar cuentas de mala, a escuchar un gong o a mirar la llama de una vela.

Esta práctica puede ser sencilla en teoría, pero al principio puede resultar difícil para los principiantes mantener la atención durante más de unos minutos.

Si la mente divaga, es importante volver a la práctica y concentrarse.

Como el nombre sugiere, esta práctica es ideal para cualquier persona que requiera un enfoque adicional en su vida.

4. Meditación en movimiento

Aunque la mayoría de la gente piensa en el yoga cuando oye hablar de meditación en movimiento, esta práctica puede incluir caminar por el bosque, la jardinería, el qigong y otras formas suaves de movimiento.

Es una forma activa de meditación en la que el movimiento te guía.

La meditación en movimiento es buena para las personas que encuentran la paz en la acción y prefieren dejar que su mente divague.

 

5. Meditación con mantras

La meditación con mantras ocupa un lugar destacado en muchas enseñanzas, incluidas las tradiciones hindúes y budistas. Este tipo de meditación utiliza un sonido repetitivo para despejar la mente. Puede ser una palabra, una frase o un sonido, como el popular “Om”.

No importa si el mantra se pronuncia en voz alta o en voz baja. Después de cantar el mantra durante algún tiempo, estarás más alerta y en sintonía con tu entorno. Esto te permite experimentar niveles de conciencia más profundos.

Algunas personas disfrutan de la meditación con mantras porque les resulta más fácil concentrarse en una palabra que en la respiración. También es una buena práctica para las personas a las que no les gusta el silencio y disfrutan de la repetición.

6. Meditación trascendental

La Meditación Trascendental es un tipo de meditación muy popular. Esta práctica ha sido objeto de numerosos estudios en la comunidad científica.

Es más personalizable que la meditación con mantras, ya que utiliza un mantra o una serie de palabras específicas para cada practicante.

Esta práctica es para aquellos que les gusta la estructura y se toman en serio el mantenimiento de una práctica de meditación.

7. Relajación progresiva

También conocida como meditación de escaneo corporal, la relajación progresiva es una práctica destinada a reducir la tensión en el cuerpo y promover la relajación.

A menudo, esta forma de meditación consiste en tensar y relajar lentamente un grupo de músculos por vez en todo el cuerpo.

En algunos casos, también puede animar a imaginar una suave ola que fluye por el cuerpo para ayudar a liberar cualquier tensión.

Esta forma de meditación se utiliza a menudo para aliviar el estrés y relajarse antes de acostarse.

8. Meditación de visualización

La meditación de visualización es una técnica centrada en aumentar los sentimientos de relajación, paz y calma mediante la visualización de escenas o imágenes positivas.

Con esta práctica, es importante imaginar la escena de forma vívida y utilizar los cinco sentidos para añadir tantos detalles como sea posible.

Otra forma de meditación de visualización consiste en imaginarse a uno mismo teniendo éxito en objetivos específicos, lo que pretende aumentar la concentración y la motivación.

Muchas personas utilizan la meditación de visualización para mejorar su estado de ánimo, reducir los niveles de estrés y promover la paz interior.

Cómo empezar

La forma más sencilla de empezar es sentarse en silencio y concentrarse en la respiración. Un viejo dicho zen sugiere: “Deberías sentarte a meditar durante 20 minutos cada día, a menos que estés demasiado ocupado. Entonces deberías sentarte durante una hora”.

Bromas aparte, lo mejor es empezar en pequeños momentos de tiempo, incluso 5 o 10 minutos, y crecer a partir de ahí.

“Siéntate sistemáticamente durante 20 minutos al día y hazlo durante 100 días seguidos”, recomienda Pedram Shojai, autor de “The Urban Monk” y fundador de Well.org.

“Acompáñalo de 2 a 5 minutos adicionales de meditación a lo largo del día para romper el caos, y pronto sentirás los beneficios”.

 

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