Hace unos días estaba hablando con mis amigas de recetas, hacer la compra en tiempos de confinamiento y otros temas tan a la orden del día. Una de ellas (Irene, va por ti) mencionó un concepto que me pareció interesante: la compra inversa. Allá que fui yo a investigar qué era eso, cómo se hacía y por qué resulta ser una solución para no desperdiciar comida o ir menos veces al supermercado. Es un método fácil y recomendable para todo tipo de personas y hogares.

QUÉ ES LA COMPRA INVERSA

Este método consiste en comprar en base a lo que ya tienes, en lugar de en base a lo que no tienes. Al final, es habitual que tengamos conservas, legumbres, cereales o incluso productos frescos que acabamos dejando en el olvido. Eso por no hablar del congelador, donde mágicamente aparece un paquete de guisantes que no sabemos cuántos solsticios llevará ahí dentro. Pues bien, para evitar este tipo de situaciones y comprar de más, hay que realizar un inventario.

De hecho, una de las bases de esta técnica es la rotación de los alimentos. Esto me recuerda bastante a cuando trabajaba en el departamento de compras de una empresa, donde la toma de decisiones se basaba en la rotación que tenía cada producto o, lo que es lo mismo, cuántas ventas generaba y lo que tardaba en agotarse. En la cocina es lo mismo: no todos los alimentos se consumen con la misma frecuencia y por eso no hay que comprarlos con la misma frecuencia. Por otro lado, como en cualquier empresa sabrán, hay que evitar dejar mucho stock sin vender de una temporada a otra… con la comida es igual, antes de comprar nueva, tienes que consumir la existente.

Los pasos para realizar la compra inversa son muy sencillos:

  • Una vez al mes revisaremos TODO lo que haya en nuestra cocina, incluyendo despensa, nevera y congelador. Anotaremos TODO en una hoja. Tiene que ser al menos una vez al mes, porque hay alimentos perecederos y si se caducan, hay que tirarlos… ya hemos fallado.
  • Mientras hacemos este inventario, revisaremos las fechas de caducidad y colocaremos a la vista los alimentos que caduquen pronto. De esta forma, minimizaremos el desperdicio de comida.
  • En base a estos alimentos, elaboraremos distintos menús para las siguientes semanas. Mi consejo es empezar por una semana, ya que a veces es tedioso planificar y tenemos que fijarnos un objetivo viable.
  • A partir de esos platos elaborados con lo que YA tenemos, haremos una lista de la compra con aquello que nos hace falta.

LA COCINA DE APROVECHAMIENTO

Aunque para mí el concepto de “compra inversa” es algo bastante nuevo, no lo es tanto el aprovechar lo que tengo para cocinar. Es decir, a lo largo de mi vida (adulta) he elaborado muchos platos en base a lo que me quedaba en la nevera. Ahora tengo más capacidad para comprar lo que me apetece y darme caprichos, pero cuando era estudiante tenía que aprovechar hasta el último grano de arroz. Por eso, te dejo aquí unos trucos para que no tires nada de lo que tienes por ahí:

  • Verduras frescas: son las que antes van a la basura si nos descuidamos. Si tienes restos de algunas verduras, puedes optar por preparar una sopa o crema de verduras (en plan cajón de sastre) o también un salteado al que puedes añadir algún tipo de proteína para tener una comida completa.
  • Frutas muy maduras: lo primero es que si ves que esas fresas o bananas se te van a pasar, deberías lavarlas, cortarlas y congelarlas. Pero si no te ha dado tiempo y ya está “un poco pocha”, puedes usar la fruta para hacerte un buen batido.
  • Pasta sin salsa: por ejemplo, tienes varios paquetes de pasta en casa pero no hay tomate ni ninguna salsa. Pues una de las recetas que más me gusta es sofreír cebolla y saltear la pasta con aceite y pimienta. También puedes hacerte un pesto casero con aceite de oliva, albahaca, orégano, sal y pimienta. Otra opción más ligera es usar la pasta para hacer una buena ensalada. O incluso para una sopa… sí, puedes cortar los spaghetti para hacer fideos gruesos.
  • Legumbres: si no tienes cuerpo para un potaje, usa las legumbres para hacerte falafel, hummus, ensaladas o harinas. Reinventa la forma de cocinar legumbres.
  • Lácteos: si consumes lácteos, también se pueden echar a perder pronto. Los yogures sirven para hacer batidos o bizcochos, igual que la leche.
  • Cereales: aquí entraría arroz, avena y otros que puedas tener por casa. Ten en cuenta que tienen una larga duración, pero evita comprar más de lo mismo cuando vayas al supermercado. Por ejemplo, si tienes arroz en casa, lo puedes combinar con legumbres para hacer potaje, lo puedes cocer y congelar o incluso puedes hacer harina (y así evitas comprar harina de otro tipo). Lo mismo con la avena, que puede sustituir a la harina para postres.

APLICACIONES PARA NO TIRAR COMIDA

Hoy en día hay pocas cosas para las que no haya una APP. Y si se te ocurre alguna, ya estás tardando. El caso es que hay aplicaciones que nos permiten buscar recetas en base a lo que tenemos en la cocina:

  • Noodle: tiene web y app. Esta la recomiendan los nutricionistas y la verdad es que está muy pero que muy bien. Eliges uno o más ingredientes y te da como resultado distintos platos (saludables todos) para emplearlos. Además puedes programar tu tipo de dieta (por ejemplo, vegana) y así solo verás platos aptos para ti.
  • Cookpad: en esta puedes buscar por ingrediente o por tipo de comida. Te permite guardar recetas, planificarte tu menú semanal y añadir tus propias recetas.
  • GoPure: te deja buscar por ingrediente, guardar recetas, hacerte menú semanal y te genera la lista de la compra.

Otra opción más sencilla e inmediata es Google. Sí, menudo descubrimiento. Pero en lugar de buscar recetas a lo loco, puedes buscar los alimentos que quieres consumir. Por ejemplo “receta puerro y pimiento” o “receta con harina de garbanzos”. Al final no tienes por qué escoger una de las recetas que te propongan, pero sí puedes dar con alguna idea e inventar algo nuevo.

Espero que este artículo sobre la compra inversa, la cocina de aprovechamiento y las claves para reducir el desperdicio te sean útiles. Puedes consultar también mi artículo sobre cómo realizar la lista de la compra. Si tienes dudas, ¡déjalas en comentarios o escríbeme!

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