Definitivamente este año he descubierto los ayunos y me han abierto un mundo. Si ya te conté todo sobre mi experiencia con el ayuno intermitente y los beneficios de realizar estos ayunos, ahora quiero contarte cómo fue mi ayuno de 24h. También te voy a dar algunos conejos que son clave para superar este primer ayuno largo.

¿Por qué hice un ayuno de 24h?

Los ayunos son muy beneficiosos porque permiten que nuestro cuerpo se tome un break y entre en autofagia, es decir, que empiece a comerse a sí mismo. Mediante este proceso, nuestro organismo elimina células muertas o nocivas y las convierte en funcionales. Sí, es como magia. El problema es que para que este proceso se active, tenemos que pasar al menos unas 14-16h sin comer. En esto se basa el ayuno intermitente.

Me apetecía probar a alargar esta sensación a 24h, para darle a mi cuerpo un tiempo mayor en el que regenerarse. Al final, son pocos los períodos en los que nuestro estómago puede realmente descansar.

¿Cómo hice el ayuno de 24h?

Siempre había pensado que un ayuno de 24h era un día entero sin comer. ¡Pero no! Realmente si te levantas un día por la mañana en ayunas y no comes nada hasta el día siguiente, serían bastante más de 24h (tendrías que añadir las 8h de la noche de antes y las 8h de la noche de después). Así que mi recomendación para el ayuno de 24h sería la siguiente:

  • COMER A LAS 14H
  • NO MERENDAR
  • NO CENAR
  • NO DESAYUNAR
  • COMER A LAS 14H del día siguiente

De esta forma tú ya sabes que los dos días vas a comer, solamente que a unas horas determinadas. Por otro lado, yo no hice un ayuno de agua, sino que me tomé la licencia de consumir:

  • 2 manzanas
  • 1 café cortado
  • Infusiones varias

Al final considero que si en ese rango de horas lo normal es ingerir unas 1000 kcal y yo lo reduzco a 100 kcal provenientes de la fruta, mi cuerpo sí que nota un ayuno. Además, yo entrené de forma intensa por la tarde y por la mañana del día siguiente, por lo que tuve un déficit calórico proveniente del deporte de aproximadamente 600kcal.

Mi experiencia con el ayuno de 24h

La gente que me conoce sabe que me encanta comer y que SIEMPRE tengo hambre. O más bien tenía. Desde que comencé con el ayuno intermitente he conseguido domar mi apetito y no ser tan dependiente de él. Nunca me había planteado realizar un ayuno de 24h porque pensaba que me marearía, que me dolería el estómago del hambre y que tendría que estar tirada en el sofá. Sin embargo… ¡nada más lejos de la realidad!

  • Pude entrenar de forma normal durante este período. Por la tarde del primer día hice mi clase de Ashtanga estilo Myshore que es bastante intensa y al día siguiente a primera hora realicé una clase de spinning. Me encontraba llena de energía.
  • Como estoy acostumbrada a no desayunar hasta las 12h aproximadamente para realizar mi ayuno intermitente diario, realmente para mí fueron un par de horas más de ayuno. Me tomé una manzana a las 12h y realmente fue más una cuestión psicológica que física.
  • No tuve dolores de estómago (de hambre) ni me dieron mareos ni absolutamente nada. Hice vida normal y disfruté de la sensación de ligereza que sentía al día siguiente.

Mi próximo reto: 36h

Después de haber comprobado que, efectivamente, puedo realizar sin dificultad este tipo de ayuno, mi próximo reto es realizar un ayuno de unas 36h solamente a base de infusiones y caldos de verduras. Creo que el otoño es una buena época para depurar y el hecho de que los días sean más cortos ayuda a que podamos acostarnos antes en un día de ayuno.

Disclaimer

Cada persona es un mundo y puede que el ayuno no te siente bien. Yo sigo una dieta muy baja en calorías y carbohidratos, prácticamente sin azúcares. Esto hace que cuando yo dejo de comer no note tanto esa hipoglucemia que se produce con el ayuno, por eso es probable que me siente bastante bien. Sin embargo, te recomiendo que pruebes con ayunos más cortos antes.

Por otro lado, yo no considero para nada que el ayuno de 24h sea una buena herramienta para adelgazar y, si este es tu propósito, es mucho mejor recurrir al ayuno intermitente. Cualquier práctica que sea ocasional y no sostenible en el tiempo es una mala herramienta para controlar el peso.

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Una respuesta

  1. El café es una bebida IRRITANTE. No creo que sea aconsejable consumirlo, especialmente durante un ayuno. Se notan mejor los beneficios de esta práctica, consumiendo sólo agua o caldos oxidantes. Para elaborar este caldo, se hacen hervir en agua mineral ajo, cebolla, puerro, apio y alguna hoja verde de temporada (lechuga, acelga…), se toma sólo el caldo, cada dos horas o cuando se tenga hambre. Quizás, las primeras veces, es bueno aprovechar para reposar y sentir el cuerpo, en lugar de hacer “trampas” para no frenar un estilo de vida extenuante. Tomar café durante un ayuno sería equivalente a consumir cocaína… Debemos recordar que el ayuno es una forma DESCANSO (del aparato digestivo).

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