Probablemente se te ocurran muchos motivos por los que el Yoga puede ser bueno para ti: subir fotos más chulas a Instagram, hacerte el profundo con tus amigos o presumir de flexibilidad cuando estiras después de tu clase en el gym. Pero siento decirte que no me voy a centrar en ninguno de estos motivos, porque los verdaderos van más allá.

Motivos por los que el Yoga es bueno para millenials

Somos una generación que ha pillado el cambio tecnológico más grande de la Historia: la expansión de Internet. Con esto hemos empezado a disponer de información todo el tiempo y en cualquier sitio; hemos acelerado TODO lo que hacemos, desde comunicarnos con alguien a comprar un billete de avión. Todo va más deprisa, hay más opciones, hay más competencia, las modas duran menos, los seguidores menos aún y tu vida se pasa mientras ves stories de Instagram.

Ahora para. Para y pregúntate esto:

  • ¿Cuándo fue la última vez que cerraste los ojos y escuchaste tu respiración?
  • ¿Cuándo fue la última vez que olvidaste mirar el móvil más de una hora?
  • ¿Cuándo fue la última vez que te paraste a pensar lo que realmente quieres en tu vida?
  • ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por alguien sin esperar nada a cambio?
  • ¿Cuándo fue la última vez que fuiste honesto contigo mismo en algo que no querías reconocer?
  • ¿Cuándo fue la última vez que hiciste solo una cosa al mismo tiempo? (Pensar en otra cosa también cuenta)

Si has respondido más de 24 horas a alguna de estas pregunta, estás de suerte: el Yoga te hace bastante falta. Quizás ahora te estés preguntando qué tienen que ver esas preguntas con las posturitas tan raras que ves en los yoguis del momento. Pues tienen que ver todo y no tienen que ver nada.

Yoga y Millenials
Yoga y Millenials

¿Qué es el yoga?

El Yoga no es nada más ni nada menos que conectar contigo mismo. Que, si lo piensas, es un poco absurdo que estés conectado con tus amigos en Facebook, Instagram, WhatsApp y no conectes contigo mismo por ninguna vía.

  • Imagina el Yoga como un chat de WhatsApp entre tu “yo” de cara a fuera y tu “yo” de cara a dentro.
  • Imagina que pudieran hablar, que se contaran las cosas y que tomaran decisiones juntos.
  • Imagina que tu “yo” más profundo fuera tomando cada vez más decisiones y no se dejara llevar tanto por tu “yo” social.
  • Imagina que quedases todos los días un rato contigo mismo para ver cómo estás, para revisar si todo va bien, para escuchar lo que necesitas. Si lo haces con los demás, ¿no crees que deberías hacerlo primero contigo?

La gran paradoja del millennial es que somos la generación más egocéntrica pero a la vez somos los que menos amor propio tenemos. Porque casi todo lo que hacemos es para dar la imagen que queremos de nosotros, no porque realmente queramos ser así. El Yoga te da un pequeño soplo de aire para poner en una balanza quién eres realmente y quién esperan que seas; qué haces porque quieres y qué haces porque queda bien.

Reflexiones para este año que empieza

Así que después de este rollazo, te propongo dos reflexiones rapiditas (que sabemos que el tiempo escasea) para que las sustituyas por ver stories antes de irte a dormir:

  • Piensa 10 cosas que quieres hacer este año.
  • Ahora, piensa 10 cosas que harías este año si no pudieras contárselas a nadie (sin publicarlas en RRSS, sin contarlas por el grupo de WhatsApp… solo para ti)
  • ¿Coinciden las 10?
  • Ahora te animo a revisar tus últimas publicaciones y a pensar qué momentos disfrutaste realmente y cuáles “disfrutaste” más al publicarlos.

Compartir es muy de yogui y muy de millennial así que ya sabes 😉

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *